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LA SOSTENIBILIDAD YA NO ES SOLO COSA DE LAS GRANDES

Las pequeñas empresas, micropymes y autónomos deben empezar a prepararse en cuestiones de sostenibilidad

La tendencia legislativa a nivel europeo es que un número creciente de empresas deben respaldar con datos sus compromisos en materia de sostenibilidad. Las nuevas directivas que se están aprobando desde la Unión Europea suponen un cambio de paradigma en la forma en que las empresas deben abordar la sostenibilidad, por el impacto en toda la cadena de valor y por las implicaciones en el ámbito de la comunicación. Las pequeñas empresas, micropymes y autónomos deben empezar a prepararse en cuestiones de sostenibilidad si quieren seguir trabajando para las grandes organizaciones.

 

La época de usar las memorias de sostenibilidad como un escaparate de buenas prácticas o del ecopostureo empresarial (greenwashing) tiene los días contados. Ya no basta con parecer sostenible, ahora también hay que demostrarlo. Ha llegado la hora de que los responsables de sostenibilidad y de comunicación se pongan a trabajar en equipo para construir juntos una estrategia de comunicación de la sostenibilidad sólida y responsable que tenga un impacto positivo en la reputación de la empresa.  

 

La Directiva sobre Información Corporativa en Materia de Sostenibilidad (CSRD) obligará a unas 50.000 empresas europeas (según cifras ofrecidas por Grant Thornton) a informar sobre sus impactos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en toda la cadena de valor. De esta manera, las grandes empresas y las pymes cotizadas no solo tendrán que reportar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) controladas directamente por la organización (Alcance 1 y 2), sino que también deberán reportar aquellas producidas como consecuencia de su actividad, pero generadas por el conjunto de empresas que conformen su cadena de suministro (Alcance 3). Como destaca el Carbon Disclosure Project (CDP) se prevé que las emisiones de GEI de Alcance 3 sean materiales para muchas de las empresas incluidas en el alcance de esta Directiva.

 

En el caso de otros indicadores, la empresa no está obligada a incluir información sobre la cadena de valor en todas las divulgaciones, sino únicamente cuando dicha información se vincule a impactos, riesgos y oportunidades materiales más allá de sus operaciones propias, debido a sus relaciones de negocio, y cuando así lo exija expresamente el requerimiento de información correspondiente. De manera que la empresa deberá centrarse en aquellos proveedores en los que es más probable que se produzcan los impactos, riesgos y oportunidades identificados como materiales.

A pesar de que solo las pymes cotizadas se encuentran dentro del alcance de esta Directiva Europea CSRD, la realidad es que un buen número de pequeñas empresas, micropymes y autónomos estarán obligados indirectamente a recabar datos de sostenibilidad y a cumplir con una serie de indicadores (tales como metas para los proveedores sobre el uso sostenible de materiales, por ejemplo, un X% de contenido reciclado o un X% menos de residuos) si quieren seguir trabajando para las grandes compañías.

Este nuevo contexto en materia de divulgación no financiera plantea barreras relevantes para el 94% del tejido empresarial español que deberá hacer un esfuerzo de gestión para el que conviene prepararse con antelación. Además, deberán prever un impacto económico cuando los grandes clientes a los que prestan sus servicios les exijan una verificación de la información por parte de un tercero independiente.

 

El objetivo de esta Directiva es exigir transparencia, mejorar la gestión de las empresas en el ámbito de la sostenibilidad y, además, ayudar a identificar las prácticas de greenwashing, complementándose así con la Directiva Europea sobre el Blanqueo Ecológico (Greenwashing Directive) cuyo objetivo es proteger a las personas consumidoras contra las prácticas comerciales desleales.

 

En resumen, se abre una nueva etapa en el ámbito de la comunicación de la responsabilidad social empresarial en la que las organizaciones de todos los tamaños deberán ser más cautelosas a la hora de lanzar compromisos en materia de sostenibilidad. Desde Huella Responsable recomendamos a las pequeñas empresas, micropymes y autónomos que empiecen a prepararse en este ámbito e identifiquen la sostenibilidad como una nueva oportunidad de negocio que les puede abrir puertas hacia nuevos clientes cada vez más preocupados por el impacto social y ambiental de su actividad.

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